El cuerpo y el alma me lo pedian. Ya habia pasado por un gran desarragaimiento y me colgue en otro viaje. Denuevo en un lugar seguro y distinto al mismo tiempo, sabia que tenia que seguir mi camino. Despues de unos dias de amistad, querer, comodidad y seguridad, tambien limitantes para mi, heche a la busqueda. Vi mucho y por alguna razon incierta, como se dan muchas cosas en la vida, la encontre, o ella me encontro a mi, tampoco se sabe.
Era ya anciana y su cuerpo mostraba su aventura a traves de sus marcas y descoloraciones. Me dijo que me subiera que me iba a llevar. La duda corria por mis venas y la adrenalina levantaba voltaje, shokeando mi cuerpo. Me subi a la abeja y salimos. Ella me llevaria a seguir la vida, a seguir descubriendo, a la proxima aventura.
El camino era duro, otros volaban sin compassion, sin saber a donde iban, sin siquiera saber que estaban yendo. Yo sabia que la abeja me llevaba. Su cuerpo y su energia se veian y sonaban debiles, pero su Corazon estaba comprometido. Queria ser querida y yo la queria, la quiero.
A mitad de camino encontro su andar y atravesando oscuridades y tormentas me trajo a este Nuevo mundo de descubrimiento personal.
Ella ahi me esperaba y creaba el lugar para que yo entrara.
La abeja ahora descanza en paz. A veces me susurra que hay caminos por andar.
